29 enero 2007

Retorno a Mordor

Mi llegada a Mordor fue, si cabe, peor de lo que pensaba. Cuando sali de La Comarca sabia que lo que aqui me esperaba iba a ser hostilidad y desasosiego. Pero el saberlo no hizo que fuera mejor. Vientos huracanados que me zarandeaban a su antojo, incluso con mis 18 kilitos de hatillo, a los que me tenia que aferrar concienzudamente para no perderlos en un remolino de aire gelido. El mismo aire que te escupe a la cara sin ninguna compasion, hasta que estas tan empapado que el agua no para de gotear de tu pelo, tu nariz, tu barbilla... Y el bloque negro, inconmensurable, que esconde el cielo de cualquier mirada que busque un rayo de esperanza. Asi pues, me encontre con la realidad de Mordor. Pero aquel rayo de esperanza que busque sin exito en el cielo, lo encontre en la tierra. Cuando a duras penas me dirigia a tomar el transporte publico que habria de llevarme al centro de Glasgow (una ciudad de la provincia), una presencia en el anden, la unica ademas de mi, atrajo mi atencion. Era una muchacha joven, de cabellos negros y ojos a juego con las nubes que techan Mordor (pues han de saber que cuando se anuncia el tiempo en la tele, hay nubes blancas, nubes grises con lluvia y para Escoc... Mordor hay nubes negras con lluvia... y no es conia!!!!). Me acerque a ella y le pregunte que si era alli donde se tomaba el transporte para Glasgow City Centre, sabiendo en lo mas profundo de mi alma, que ella procedia como yo de la Tierra Media, donde el sol es ecuanime y las churris morenas. Con un acento que reconoceria hasta debajo del agua, me respondia que no sabia muy bien. Entablamos una amena conversacion que por un momento alejo de mi cabeza toda oscuridad y pesadumbre. Y asi llegamos hasta la estacion central. Alli, yo podia haber enlazado directamente con el siguiente transporte para Edimburgo, donde se halla el Castillo Negriiiisimo, pero me retuvo un sentimiento de pasajera gratitud, el cual no queria abandonar tan rapidamente. La muchacha de negra melena debia esperar unas horas para tomar su trasporte hacia Perth (un pequenio reducto del mundo donde ninguno quisiera encontrarse), por eso decidi permanecer con ella en Glasgow y cenar alguito. Su compania era tremendamente grata, y fue mas grato que le gratificara mi compania a ella. Con tanta gratitud en el ambiente nos despedimos en la estacion hasta mas ver, dandonos nuestras senias de identidad y de contacto. Llegue a Edimburgo y pasaron los dias, y despues las semanas. Y en las dos primeras semanas me dedique a la lectura y al estudio. Tres libros (El Senior del Tiempo) cayeron a lo tonto. Tambien tuve tiempo para pasear y acostumbrarme nuevamente a la noche, al frio y la lluvia y al viento que duro una semana completa desde que yo llegara. TO BE CONTINUED que voy a estudiar y ya me echan del ordenata.


Safe Creative #1101058200608