22 febrero 2018

Melodía para Gloria

      Abril, 2017.

      No sé qué pretendo con esta carta, con este escrito, con esto. Ni siquiera sé bien lo que esto es. Sólo sé que me siento ante mi piano de teclas con letras, ante el único instrumento que sé tocar, al único al que puedo arrancarle algo de música, para dedicarte lo que salga de mí. Obviamente, querría componer una sinfonía triunfal, una vals que girase en tu cabeza o un canon que erizara tu piel. No sé si será posible… Me temo que hoy sólo voy a escribir una melodía estridente, unas líneas de ritmos arrítmicos y poca coherencia.

      ¡¿Recuerdas?! Érase una vez un troglodita ebrio y una ebria reidora. Hubo un baile que se prolongó hasta las sábanas y oscureció el día, que se hizo corto. Hoy pienso en ello. Hoy pienso en ayer y pienso en hoy, y nada me hace dudar de que bailaría otra vez esos giros, esas piruetas o esos meneos ordinarios hasta llegar a mañana. Mañana cada vez más cerca y siempre alejándose.

      A veces no sé qué decir; no sé qué escribir. A veces la cago y a veces me cago en todo. Pero es ahí donde me desnudo y te muestro mi esencia. Nadie me ha visto tan desnudo como tú, y aún así quiero arrancarme la piel a tiras, los ojos… todo lo que tape quien soy... y ser feo para que me veas completo. No soy sólo palabras bonitas. Soy un bruto. Y tú… tú ahora no te quieres… pero yo sólo te veo desnudarte y veo tu esencia. Más. Y en tu desnudez no encuentro más que Gloria. ¡Nada que me guste más!

      ¡¿Recuerdas?! El tiempo se nos escurrió entre las manos, entre besos y fornicaciones. Luego vino el espacio. Pero nosotros seguimos despojándonos sin pudor. Y ahora el pudor nos quiere vestir. Pues cada mañana me encontrará más desnudo ante tus pies, esos pies que forman parte de este cuento y que ya no disimulo al lamer, porque en ellos encuentro consuelo y paz.

      La belleza de tu cuerpo consigue erecciones de mi pene. La belleza de tu alma se clava en mis entrañas y me hace correrme. Veo cómo te miran los demás, cómo hablan de ti, cómo te quieren, y nada se me hace extraño. Es natural que me sienta afortunado. Y tú… tú ahora no te quieres… Has querido mucho y lo sigues haciendo, pero no has dejado nada para ti. Pues he de verte resurgir, con alas de plumas nuevas y medias lunas en la cara, con fuego en el porte y la mirada cristalina, el sexo al descubierto y aullando a lunas llenas.


       Perdóname por desafinar. Lo siento por la falta de fluidez y las salidas de tono. Hay veces que improvisar sale regular y tampoco soy un gran pianista. Al menos he sido capaz de tocar una pieza para ti. No es la más hermosa, ni lo soy yo, pero con ella, te digo que aún hoy, un año después no me faltan motivos para que las "dinoposas" y los "marisaurios" pazcan en mi estómago. Tu belleza trasciende lo físico. Tu nobleza nutre a los nobles. Tu ser enciende las mentes. Tú eres la verdadera Gloria.

Safe Creative #1802225858362