21 agosto 2021

Mierda



¿Qué viento sopla en mis velas que no las hincha ni arrastra mi nave a puerto?

¿Qué instante de luz tenue es éste? Me pregunto.

Pero vienen las hadas del norte a ser pícaras, revoloteando por mis aposentos.

Ahora que soy uno sin intención de nada, quiero ser un múltiplo de trece.

Que ya no creo en la mala suerte.

 Que si he de ser un número impar, al menos recorra esta línea temporal por orden pronominal.

Y si todo transcurre entre mis deseos y mis voluntades, aunque destierre imposibles, la parca me cubra de flores propias y ajenas.

Ya no soporto más tanta mierda. 

No hay estrofa que no se convierta en mierda y sin embargo soy feliz.

Nadie esperaba este viento fétido, lo sé.

Cero estribillo, todo magro, todo crudo, pero al final siempre desnudo.

No es para tanto. Nunca es para tanto