Otra cosa que a veces hago es limpiar. Por ejemplo hoy mismo nos hemos metido a fondo con el baño. Pero ha sucedido algo. Algo que yo no estaba dispuesto a tolerar. Después de haberme peleado durante media hora con el desagüe de la bañera y conseguir desatascarlo (pelo, virutas variadas, un perro muerto... esas cosillas) usando un lapiz, mi mano enguantada, sal amoniacal y un cacharro de ambientador gastado, decido tomar una ducha. Para ello, hago lo propio... me quito la ropa (sí nenitas), me acerco a la bañera y cuando me dispongo a abrir el grifo... ¡Oh bochorno! ¡Oh inflación no económica! ¡Oh "fensa" descarada! ¡Cuando me dispongo a abrir el grifo me topo de frente con la coritna del baño toda cochina! No no no... de eso nada... si limpiamos, lo hacemos hasta el final ¡coño! Así que agarré el Don Limpio y el estropajo y descolgué la cortina. Froté y froté hasta dejarla como nueva. Lo curioso de todo esto es que mientras lo hacía, solo pensaba en que si alguien hubiese podido abrir la puerta en ese momento, se hubiera encontrado con un tipo en bolas y con las cholas puestas encorvado sobre la bañera, frotando con un estropajo una cortina de plástico. Ya sé que hubiese sido peor si en lugar de una cortina de plástico hubiese sido el culo de una cabra... pero aún así, la imagen me continua turbando. ¡No sé...!
Al margen de todo esto, la guerra contra los mikis continúa. Ahora es más una guerra de guerrillas con alguna escaramuza por aquí y alguna emboscada por allá. Pero esto no durará así mucho tiempo. ¡Voy a asestarle un golpe al enemigo que se va a cagar! Le tengo preparada una sorpresita a los "Maquis-mikis". Me voy a armar hasta los dientes (No. Llevarme un gato de la clínica es poco decoroso) y me voy a aliar con el invierno para destruirlos... El invierno se presenta crudo por dentro y por fuera, porque fuera hace un frío de cojones y dentro de casa se te hielan los cojones. No en vano duermo con una camisa térmica, el pijama, dos suéter, calcetines y tapado con el edredón. ¡Si al menos tuviera alguien que me tapara! Pero como el único pescado que huelo son las caballas que me como... ¡Uy, ¿qué tendrá que ver una cosa con la otra?! Ustedes disculpen.
Bueno. Me ha llegado la hora de irme a dormir. Que mañana me espera la maratón de trabajo, el lunes las prácticas, comer, bañarme... ¡¡¡nada de esquíar!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario