20 marzo 2011

Agridulce

11 - 3 - 2007

Ni dignidad ni orgullo me queda,
Sólo vana esperanza a estas horas.
Que me desangro gota a gota,
Y me deleito en el charco que me refleja.

¿La Vampiresa quiere mi sangre?
Yo refunfuño pero me corto las venas,
Que si ella lo pide no importa mi pena,
Solamente importa saciar su hambre.

Tanto como la estoy sufriendo,
Estoy gozando esta agonía,
Porque si ella me quita la vida,
Yo encontraré placer en mi tormento.

Sé que es una perra traidora,
Y que apuñala por la espalda,
Pero yo sólo puedo perdonarla,
Porque... digamos que me importa.

Safe Creative #1102268584229

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No creo que te importe, solo como dices: te gustaría alimentarla, y luego disfrutar en tu tormento (sabes como va a concluir). Si lo tienes claro...dale tu sangre...

Miguel Ángel Trujillo González dijo...

Este poema es de 2007... pero gracias por el análisis.

Anónimo dijo...

Es solo una "lectura"... uno lo lee como si fuera presente porque no lo escribes en pasado... Pero es verdad, para que leerlo e interpretarlo en el presente si es pasado... no?